(Caracas, 29 de enero. Noticias24) - El primer roce entre
países de la Celac tuvo que esperar hasta su II Cumbre de Presidentes
para suceder. Pero lo más llamativo es que llegó por acusaciones de
“racismo”, algo impensable en naciones caribeñas.
Y es que la decisión dominicana de aplicar una reforma migratoria, que
desnacionaliza a hijos de obreros cañeros haitianos fue duramente
debatida ayer entre el presidente de Haití, Michel Martelly, y su par
dominicano, Danilo Medina.
El Tribunal Constitucional dominicano decidió que los hijos de
inmigrantes extranjeros indocumentados nacidos en el país desde 1929 no
tienen derecho a la nacionalidad dominicana, en respuesta a un recurso
de amparo de una mujer a la que se le negó una cédula de identidad y
que la corte consideró haitiana.
La discusión habría tenido lugar el martes, y a puertas
cerradas, según revela hoy el diario dominicano Hora Cero.
En el encuentro con Martelly, Medina defendió la soberanía de
su país
para establecer leyes como la migratoria. Se supo además que el Caricom
gestiona que la Celac condene a la República Dominicana por la
sentencia 168-13 de su Tribunal Constitucional (TC), punto de apoyo
para la nueva ley sobre migración.
Fuerte defensa de Medina
Pero este miércoles el presidente Medina, en medio de su toma de
palabra en la plenaria de la Celac, rechazó la acusación del gobernante
de San Vicente y Granadinas, Ralph Gonsalves, quien dijo que la
resolución del TC dominicano está “fundada” en el “racismo”.
“Esta decisión (del TC dominicano) es interpretada como una campaña
fundada en el racismo. Sinceramente, el fallo del Tribunal
Constitucional es inaceptable no importa de qué comunidad se trate, y
contradice las normas internacionales”, señaló Gonsalves en una carta
que reproduce un medio haitiano y que reproduce la agencia china Xinhua.
San Vicente y Granadinas llevó además el caso a la OEA, siendo que el
fallo del TC “afecta a varios miembros” del ente regional.
Pero Medina rechaza de plano las acusaciones de racismo.
“Para nosotros es inaceptable de que nos quieran acusar de racistas, de
discriminadores y de violadores de los derechos humanos. No lo
aceptamos, sencillamente para nosotros es inaceptable (…). No aceptamos
la acusación de discriminación que se nos quiere endilgar en este foro.
República Dominicana ha sido el Estado más solidario con Haití (en la
región)”, sentenció el presidente dominicano.
Señaló que en República Dominicana viven alrededor de “un millón” de
haitianos, “la mayoría de ellos indocumentados”, y que transitan
“libremente” sin que policías o autoridades migratorias les consulten
sobre su estatus legal.
Advirtió que los haitianos copan los puestos de trabajo en los sectores
construcción y agropecuario, con cerca de 80% de los obreros, lo que
incluso viola la ley laboral dominicana.
“(Pero) el Estado dominicano mira para otro lado cuando se trata de
Haití”, añadió.
Medina también le pidió especialmente a Ralph Gonsalves que gobierne en
su país y le permita a los dominicanos ejercer su soberanía. “No
aceptamos que quiera imponerse a la soberanía de un Estado soberano”,
cerró el tema.
República Dominicana y Haití, la economía más pobre de América,
comparten una larga y permeable frontera sobre la isla de La Española.
Según el tribunal, el 6,87 por ciento de los habitantes de Dominicana
son de origen haitiano.
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